Durante mi estancia, disfruté del desayuno, que era variado y abundante. Me impresionó la historia del lugar, con objetos antiguos por todas partes. Un día, me senté en el bar y probé algunos aperitivos mientras admiraba la decoración, que me recordaba a los barcos que solía ver en mi infancia en Andalucía.

El ascensor no funcionó un día, lo que complicó el acceso a las habitaciones, especialmente para personas mayores. La ducha era algo pequeña.

atención excepcional con algunos detalles a mejorar

La atención de los recepcionistas fue realmente destacable. siempre amables y dispuestos a ayudar. La ubicación del hotel facilitó explorar tanto la ciudad vieja como la nueva. aprecié la variedad en el desayuno, incluyendo opciones sin gluten y sin lactosa.

El ascensor no funcionó un día, lo que complicó el acceso a las habitaciones.

Los baños han sido modernizados, lo que marca una diferencia agradable en comparación con el resto del hotel, que tiene un aire antiguo. La decoración del lugar, aunque vintage, le da un carácter único y acogedor.

El acceso vehicular es complicado, lo que obliga a trasladarse con el equipaje a un parking distante para poder tomar un taxi. Las ventanas son limitadas, apenas se abren 10 cms, resultando incómodas al estar frente a un restaurante ruidoso. La habitación era reducida, con espacio insuficiente para las maletas, además el armario y la ducha resultaron ser pequeños.

Desayuno variado en un entorno histórico encantador.

Nos encantó este hotel! Así que único y acogedor, ¡tal una experiencia inolvidable!

Ubicación de 10, a un paso de todo. Desayuno delicioso, con opción de productos locales. Habitación cómoda, como un camarote de barco, con buena decoración. Algo de ruido por la noche, pero eso no empañó la experiencia. Recomendable para pasar uns días na bonita Estocolmo!

Recomendado para viajeros solitarios

El desayuno era impresionante, una verdadera experiencia con pasteles y carnes típicas suecas. Además, el té y el café disponibles a cualquier hora, muy acogedor. eso me hizo sentir como en casa.

No era barato, pero aun así, aceptable.

habitaciones decoradas con un encanto histórico único! !

limpieza excelente, ubicación perfecta

temperatura cálida

El hotel tiene una ubicación inmejorable en Gamla Stan, perfecto para explorar la ciudad. La decoración temática náutica aporta un encanto especial. Aprecié la atención amable del personal y la calidad del desayuno, aunque la habitación era algo pequeña, lo que resultó en un poco de incomodidad.

La ubicación en Gamla Stan es inmejorable, a pocos pasos del Palacio Real. La sala de desayunos tiene un encanto histórico impresionante, y el desayuno es realmente delicioso y variado, con opciones saludables. La decoración temática marinera del hotel es única y le da un carácter especial, creando un ambiente acogedor. Además, la atención del personal fue siempre amable y servicial, lo que mejoró nuestra estancia.

La habitación era pequeña y tuve problemas con el aire acondicionado, que no funcionaba adecuadamente. También, el ruido proveniente del restaurante cercano fue un inconveniente a la hora de dormir.

un hotel encantador en el corazón del casco antiguo, la decoración náutica le da un toque especial. el desayuno buffet fue exquisito, lleno de opciones deliciosas. el personal, super amable y con gran conocimiento local, nos ayudó a decidir qué explorar.

el baño era un poco pequeño para mi gusto 😅.

Una estancia confortable en el corazón de Estocolmo

La ubicación es perfecta, a solo unos pasos del palacio real. El desayuno, delicioso y variado, nos sorprendió gratamente. Aprecié la copa de bienvenida de vino en la habitación, un detalle que hizo nuestra estancia especial. Asegúrate de preguntar por las opciones del desayuno.

La ubicación es excelente, a solo un paso de la estación de metro y cerca de los monumentos más famosos como el Palacio Real. La sala de desayunos es un lugar encantador, donde disfrutamos de un desayuno variado y delicioso. La decoración náutica del hotel le da un toque único y todo el personal fue muy amable.

La habitación era un poco pequeña.